viernes, 13 de diciembre de 2013

EL COMPAÑERO DE JUEGOS


Cuando empecé a hacer muñecos, lógicamente el primero lo hice para mi hijo. En realidad, en cuanto estuvo terminado él mismo se lo apropió, le puso nombre, Ninonino -luego lo abrevió a Nino- y lo llevaba a todas partes siempre.

De eso hace un año, y desde entonces Nino ha pasado de ser un compañero a formar parte de sus juegos de rol, en los que él mismo es el papá y el muñeco su bebé. Algunas veces es un superhéroe y Nino es su enemigo o su compañero, o un anónimo ciudadano. 

Y, lo que más me gusta, algunas veces su muñeco es un niño que cuenta las cosas que le pasan, las buenas y las malas, y transmite lo que de verdad le interesa o lo que no le gustó nada. Cuando está enfadado o alegre, lo refleja a través del muñeco, aunque tengo que decir que ahora le interesa que Nino tenga una compañera para que puedan tener un bebé, así que ahora ha surgido una nueva oportunidad de juego.

Antes yo siempre andaba intentando que mi niño me diera el muñeco para mejorarlo con la experiencia que he ido ganando, pero él siempre se niega a que le ponga nariz, ombligo, deditos... Lo prefiere así porque así está bien, y sospecho que porque la idea de meter una aguja en su compañero debe de ser un poco triste.

No he encontrado una mejor manera de explicar qué significa un muñeco para el juego de los pequeños, sino reflejando cómo lo vive mi hijo de tres años y medio. Si además el adulto dota de un significado previo al juguete el vínculo se hace aún más fuerte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...