Sin embargo he aprendido a apreciar el arte del ganchillo, el crochet, y la cantidad de cosas que se pueden hacer con una aguja y un ovillo.
Cuando he tenido que pelear con la máquina de coser, o estoy cansada de las mil cosas que se precisan para coser cualquier proyecto (aguja, tijeras, alfileres, metro, hilos e hilos...) me resulta relajante sentarme en cualquier sitio con el ovillo y el gancho y ponerme a experimentar.
En realidad empleo esta técnica para los complementos de las muñecas, pero estas navidades he realizado muñecos de adorno y anteriormente me dedicaba a hacerle frutas y verduras a mi niño, con la famosa técnica del amigurumi. Después han venido los gorros, las bufandas, posavasos, cestas de trapillo, etc.
Ahora mismo lo utilizo muchísimo, es fácil y es divertido, aunque es adictivo y resulta un poco frustrante querer hacer toooodas aquellas ocurrencias que publica la gente en las redes. Yo me quedaré con los juguetes y los patrones infantiles (de momento).
Calentitas, hasta las tazas. |
Esta cesta es un regalo. Son posavasos y cubretazas en hilo grueso de algodón. |
Una cesta de verduras que me encargó una amiga, con la técnica de amigurumi |
Prometo subir más fotos pronto.
¡Un abrazo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario